‘Feos’ es una de esas obras que pasan injustamente desapercibidas a nivel
comercial. Eso sí, consiguió un premio importante en 2006, el Villa de Chiva,
incluso compitiendo con novelas, que suelen llevar las de ganar. Lo merecía.
Se trata de una compilación de relatos cortos, muy cortos: la media podría
ser de tres páginas cada uno. Con esa extensión, lo narrado son,
principalmente, anécdotas. Una anécdota puede ser poderosa: al fin y al cabo, es
lo que nos contamos entre amigos por su interés, o para reírnos. En su libro,
Rafael Camarasa aprovecha ese gancho, llevándolo prontamente a su terreno, el
de proponer lecciones ambiguas: el realismo atrapa a los personajes hasta tal
punto que sus acciones dejan de ser fácilmente juzgables y, más bien, nos
invitan a reflexionar sobre la complejidad de nuestros actos. Así, tenemos a un
cornudo homicida alegrando como payaso a los niños; a un negado para el
bricolaje que se atiborra de material para relacionarse con la vendedora que
puebla sus sueños; o a un niño que, hostigado por otro, procura las
circunstancias para que el segundo sufra un accidente.
Pero quizás me esté ciñendo a los ejemplos más llamativos, por la presencia
del amor o el crimen, cuando el volumen también contiene otros relatos más contextualizados,
en que a los protagonistas les importan más sus miserias que las tragedias que
les rodean, como las guerras yugolasvas, la del Sahara Occidental o los
atentados del 11S, ¿y quién podría culparlos?
Por último, hay algunos escarceos con personajes fantásticos, trasladados a
contextos cotidianos: Luke Skywalker, Peter Pan, Hansel y Gretel; estos relatos
despiertan la complicidad de quienes disfrutamos de la cultura popular, al
mismo tiempo que nos enfrentan a la desmitificación de nuestros héroes. No
desentonan del conjunto, pues producen la misma incomodidad, bien llevable por
el distanciamiento de la situación y por los finales cerrados con originalidad.
Fórmulas inteligentes, que también abren la reflexión de cómo resultaría algún
relato con final abierto, recurso siempre arriesgado. Quizás la rareza del
relato ‘Sinopsis’, estratégicamente situado en medio del volumen, cubra este
hueco.
En todo caso, la coherencia entre los distintos tipos de texto dota de
poesía al conjunto, ya que los finales en común a partir de premisas diferentes
adquieren tinte de rimas. Y es que el autor se ha dado a conocer, sobre todo,
como poeta. Gracias por dedicarle este paréntesis a la prosa.